La dieta de salud planetaria: Sana para ti y para el planeta

La nutrición es un tema amplio y controvertido. Este articulo trata sobre la nutrición sana - para las personas, pero también para el planeta. Se mostrará cómo una dieta consciente ya que puede proteger el clima y el medio ambiente, aprovechando que hoy es el día mundial de la alimentación.


Una dieta equivocada y poco saludable tiene consecuencias fatales para la salud, como ponen de manifiesto diversos estudios y publicaciones. El gran número de obesos, diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares ponen de manifiesto la magnitud del problema. Estas enfermedades están relacionadas con una "mala dieta".
L@s pacientes que sufren de estas consecuencias acuden cada día a la farmacia, para pedir consejos, para que les sacemos la medicación que han prescrito l@s medic@s o para informarse sobre suplementos dietéticos.

Y aquí es donde entran en juego la farmacia y la atención farmacéutica con la alimentación.

Vamos a ver algunos alimentos y otros aspectos de la alimentación, relacionado con su efecto en el clima:

Carne

Casi el 70% de los gases de efecto invernadero emitidos en la producción de nuestros alimentos son de productos animales. Por tanto, es lógico que reducir o incluso eliminar nuestro consumo de carne contribuya a reducir el cambio climático. Dicho en otras palabras: En general, los productos animales producen entre 10 y 50 veces más gases de efecto invernadero que los vegetales.

Hay que tener en cuenta más aspectos que solo el CO2: El consumo de carne también está relacionado con la deforestación: Actualmente, la carne de vacuno es la principal causa de la deforestación a nivel mundial(eliminar bosques para plantar soja, que sirve de alimento a las vacas) responsable del 41% de la destrucción de selvas tropicales. Tod@s sabemos que necesitamos las selvas, que son los pulmones del planeta Tierra, para sobrevivir. La perdida de las selvas nos lleva a la perdida de la biodiversidad, un factor importante, dentro de los limites planetarios.
Otro aspecto: el maltrato de los animales, la calidad de la vida: Muchos viven“ en granjas industriales, que nos llevan a pensar en el uso de antibióticos, las bacterias resistentes y al desarrollo de posibles zoonosis.
Unos estudios han demostrado que muchas proteínas vegetales también pueden mantener el valor biológico. Lo importante en este caso es seguir una dieta equilibrada y tener muchas fuentes de proteínas vegetales.

Pescado

Al consumir pescado, productos del pescado y marisco, debemos tener en cuenta los siguientes puntos desde un punto de vista ecológico:

  • 󠀂Sobrepesca de los océanos
  • 󠀂Acidificación y calentamiento de los océanos
  • Elección de los métodos de pesca
  • Regionalidad del pescado
  • Aspecies autóctonas
  • El estado de transformación del producto
  • Posibles residuos de microplásticos en el pescado


Frutas y verduras

Las frutas y verduras son más respetuosas con el clima que la carne. Por término medio, cada kilogramo de verduras frescas emite unos 0,15 kg de equivalentes de CO2. Pero incluso aquí las diferencias son grandes si se tienen en cuenta las rutas de transporte y la forma en que se cultivan.
En principio, aquí se aplica lo siguiente:

“frutas y verduras de temporada, regionales y ecológicas y sin procesar“

 

Algunos ejemplos:

1. Una piña que llega a España en avión tiene un balance mucho peor que una que viaja en barco (de 15,1 a 0,6 kg de CO2-equivalentes).

2. Los melocotones en conserva tienen una peor huella de carbono porque se procesan, envasan y transportan por separado que los melocotones frescos.


Leche y productos lácteos

La mantequilla es uno de los alimentos más perjudiciales para el clima, ya que la producción de 1 kg se liberan 24 kg equivalentes de CO2. Esto se debe a que 18 litros de leche se utilizan para un kilogramo de mantequilla acabada. Ningún otro alimento es tan perjudicial para el clima, pero no comemos tanta mantequilla, por lo que el efecto perjudicial para el clima es limitado.


Por regla general, para la producción de 1 kg de queso se liberan unos 8,5 kg equivalentes de CO2.
La regla general es: cuanta menos grasa, mejor es para el para el clima, porque se utiliza menos leche en su producción


Envasado de alimentos

Muchos alimentos se envasan para protegerlos del medio ambiente, para que duren más o para que tengan un aspecto más atractivo. Desde hace años aumentan los residuos de envases, y los envases alimentarios desempeñan un papel importante en ello.

 
En muchas ciudades, es posible comprar alimentos sin envasar, en tiendas al grano. En los mercados también se pueden comprar frutas y verduras regionales y frescas sin envasar.


Residuos de alimentos

En España, según el informe de Desperdicio Alimentario en España2021 se tiraron unos 28kg de comida por persona en los hogares. Falta contar lo que se tira en el campo, es decir la comida que ni llega a los supermercados, muchas veces solo por defectos pequeñitos. En total unos 1246 millones de kilogramos de comida al año acaban en la basura, eso sólo de los hogares. También en este caso, el cálculo es sencillo: Ahorrando alimentos significa proteger el clima.
Para la producción, transformación, transporte, envasado y almacenamiento de alimentos se utilizan recursos, se talan bosques, se consume agua y se producen emisiones. En resumen: contamina el medio ambiente. Cuando comemos los alimentos, obtenemos calorías y energía de ellos, el equilibrio es correcto. Pero si tiramos la comida porque se ha enmohecido, o no tiene buen aspecto, entonces todo ese trabajo...es en vano.

Alimentos muy procesados

Los productos precocinados son populares porque son baratos, duran mucho y se preparan rápidamente. A primera vista, los productos precocinados en forma de latas, sobres, polvos instantáneos ofrecen ventajas. Pero no para nuestra salud, porque por regla general estos productos tienen densidad de nutrientes, pero a menudo contienen poca fibra y suelen contener más sal, azúcar y aditivos artificiales como los aromatizantes. Se sospecha que el consumo excesivo de estos productos es sospechoso de causar enfermedades (obesidad, diabetes, enfermedades intestinales) etc.).


El equilibrio ecológico de estos productos no es bueno, eso muestra este ejemplo de la patata:

Una patata ecológica regional aporta 138 equivalentes de CO2, procesada como polvo seco y en forma de puré en las tiendas, el producto ya tiene 3000 equivalentes de CO2, es decir, 20 veces más que la patata cruda del campo. Las patatas fritas tienen más de 5500 equivalentes de CO2, casi 40 veces más que la patata ecológica.
La preparación de la patata en la cocina, y la energía utilizada para ello, apenas se compara con esto.

Alimentación orgánica y ecológica

Los agricultores que producen alimentos ecológicos no utilizan fertilizantes minerales nitrogenados ni pesticidas sintéticos. La agricultura convencional, en cambio, recurre a fertilizantes y pesticidas artificiales. Éstos no sólo son perjudiciales para nuestro planeta porque su producción requiere una gran cantidad de energía, que se asocia a la emisión de gases contaminantes. También pueden ser perjudiciales para la salud humana.


Los alimentos ecológicos son productos que proceden de la agricultura ecológica. En Reglamento ecológico de la UE define y regula las condiciones de los productos.

Los beneficios según la UE:

  • el uso responsable de la energía y los recursos naturales;

  • el mantenimiento de la biodiversidad;

  • la conservación de los equilibrios ecológicos regionales;

  • la mejora de la fertilidad del suelo;

  • el mantenimiento de la calidad del agua.


Entonces, te vas a preguntar, ¿Qué debería comer? Existe un concepto que une la salud humana con la salud planetaria. Se llama la dieta de salud planetaria (Planetary Health Diet, en ingles).


¿Qué es la dieta de salud planetaria?

Si queremos preservar el planeta, nuestros hábitos alimentarios deben cambiar. Si la población mundial habrá crecido hasta los diez mil millones en 2050, está claro que no podemos seguir como hasta ahora.
Por un lado, casi mil millones de personas no tienen suficientes alimentos para comer. Pero, por otro lado, una parte mucho mayor de la humanidad, tiene una excesiva oferta demasiado grande de alimentos (desgraciadamente poco saludables). La actual distribución de alimentos es un problema para la población mundial. Además la producción de alimentos amenaza el clima y pone el clima y los ecosistemas en peligro. Lo que necesitamos es un giro alimentario.

Fuente: The Planetary Health Diet - EAT (eatforum.org) 

La Dieta de Salud Planetaria se refiere a una ingesta energética de 2.500 calorías al día. Los datos deben considerarse como una recomendación y servir de orientación, según el estilo de vida (trabajador pesado, deportista, ...) y de las y culturales, el modelo puede adaptarse. Tampoco es una dieta, es más bien una alimentación sana, para ti y para el planeta.

Esta dieta promueve la salud y el bienestar al reducir el riesgo de sobrepeso, obesidad y otras enfermedades. Al mismo tiempo respeta los limites del planeta.

Una dieta de salud planetaria incluye lo siguiente:

Fuente: ¿Qué es la dieta planetaria? - semFYC


Conclusión

Puede poner en práctica los consejos personalmente y desde la farmacia Segovia Garay os transmitimos los consejos en la consulta farmacéutica.

  1. Coma menos carne y más fruta y verdura.

  2. Coma más legumbres.

  3. Beba agua del grifo.

  4. Reduzca el consumo de alimentos de origen animal.

  5. Compre más productos locales y menos importados.

  6. Compre local. ¿Sabes cuándo y dónde está el mercado en tu zona?

  7. Compre más productos ecológicos y menos alimentos producidos convencionalmente.

  8. Haz tú mismo la compra y cocina para ti y tu familia.

  9. Utilice electrodomésticos respetuosos con el clima y que ahorren energía.

  10. Ve al supermercado sin coche, mejor en bici o andando.

  11. Busca alimentos con pocos envases.

  12. No tires comida y ¡Conviértete en un salvador de alimentos!

  13. Muy importante: ¡disfruta de la comida!


#WorldFoodDay

Texto: Esther Luhmann y Pedro Pérez

X (Twitter): @lacapsulaazul





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