CLAVES PARA PREVENIR FUTUROS PROBLEMAS DE PRÓSTATA
El 15 de septiembre se celebra el día Europeo de la salud prostática. Su objetivo es la concienciación de la población másculina de que acudan regularmente al urólogo para la realización de los controles correspondientes. Además de marcar pautas de vida saludable combinando una vida activa con una dieta adecuada.
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Según palabras del doctor Gonzalo Vitagliano el 40 % de los hombres mayores de 50 años padecerá enfermedades prostáticas en algún momento, y ese porcentaje se incrementa con el paso del tiempo, hasta llegar al 80-90% a los 80 años. Controles, dieta y diagnóstico temprano son las claves para su cuidado.
PROSTATITIS
La prostatitis es una inflamación de la próstata. La inflamación provoca dolor, dificultad para orinar, dolor en la zona de la ingle, entre otras síntomas. Existen varios tipos, como la prostatitis bacteriana, crónica o aguda y asintomática.
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HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA (HPB)
La HPB es un problema de salud común en los hombres mayores, caracterizado por el agrandamiento de la próstata. A medida que los hombres envejecen, la próstata tiende a aumentar de tamaño, lo que puede causar síntomas molestos y problemas urinarios.
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Síntomas de la hiperplasia prostática benigna
- Dificultad para iniciar la micción
- Chorro de orina débil o interrumpido
- Micción frecuente o urgente
- Sensación de no vaciar completamente la vejiga
- Necesidad de orinar durante la noche (nicturia)
- Goteo después de orinar
- Infecciones del tracto urinario recurrentes
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Tenemos que destacar que no todos los hombres experimentan los mismos síntomas y la gravedad de los mismos puede variar de unos a otros. Si experimentamos alguno de estos síntomas debemos consultar a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado y discutir las posibles opciones de tratamiento.
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Tratamientos para la HPB
Salvo que existan daños crónicos significativos de las vías urinarias, tales como cálculos vesicales o infecciones recurrentes, entre otros, dignos de intervención quirúrgica, el tratamiento de la HPB se basa principalmente en mejorar los problemas relacionados con la calidad de vida.
En todos los pacientes, antes de decidir el tratamiento farmacológico adecuado, se debe establecer el riesgo de progresión de la enfermedad en función de unos indicadores de riesgo (edad superior a 50 años, gravedad de los síntomas mencionados de moderada a severa, próstata grande y PSA mayor a 1,5 ng/ml).
El tratamiento más común para los síntomas leves a moderados de la HPB es con medicamentos. Estas son algunas opciones:
- Alfabloqueadores. Fucionan relajando los musculos lisos del cuello vesical y la próstata. Esto facilita el acto de orinar. Destacamos entre ellos la alfuzosina, la doxazosina, la tamsulosina, la silodosina y la terazosina. Sus efectos secundarios pueden incluir mareos. También pueden provocar un trastorno inofensivo que consiste en que el semen regresa a la vejiga, en lugar de salir por la punta del pene. Esto se conoce como eyaculación retrógada.
- Inhibidores de 5-alfa reductasa. Estos medicamentos reducen el tamaño de la próstata por que evitan los cambios hormonales que hacen crecer la próstata. Encontramos en este grupo la finasterida y la dutasterida. Pueden tardar hasta seis meses en funcionar bien y pueden ocasionar efectos secundarios sexuales.
- Terapia combinada, de los dos tipos de medicamentos mencionados con anterioridad, a la vez, en caso de que ninguno de ellos sea suficiente por separado.
CÁNCER DE PRÓSTATA
Es uno de los tipos de cáncer más comunes en los hombres y generalmente se desarrolla de manera muy lenta.
El cáncer de próstata puede no causar síntomas en las etapas iniciales, pero a medida que avanza, puede causar síntomas como micción frecuente, flujo de orina débil o interrumpido, necesidad de hacer fuerza para vaciar la vejiga y urgencia de orinar.
Los factores de riesgo para el cáncer de próstata incluyen la edad avanzada, antecedentes familiares de cáncer de próstata, raza negra y obesidad. No todos los hombres con factores de riesgo desarrollarán cáncer de próstata, pero es importante tener en cuenta estos factores al hablar con su médico.
El diagnóstico del cáncer de próstata generalmente se realiza a través de pruebas como el examen de sangre del antígeno prostático específico (PSA) y el tacto rectal. Si se sospecha cáncer de próstata, se pueden realizar pruebas adicionales, como una biopsia de próstata, para confirmar el diagnóstico.
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Es recomendable que los hombres mayores de 50 años (o mayores de 40 años para aquellos con factores de riesgo) hablen con su médic@ sobre las pruebas de detección del cáncer de próstata, para detectar y tratar cualquier problema temprano.
Recuerde que la información proporcionada aquí es un resumen general y es importante consultar a un/a médic@ para obtener una evaluación y orientación personalizada sobre el cáncer de próstata.
Una dieta adecuada para el cáncer de próstata puede incluir ciertos alimentos y evitar otros. Aquí hay algunas recomendaciones generales:
Alimentos recomendados:
- Verduras crucíferas: Las verduras crucíferas como el brócoli, la col rizada, la coliflor y el repollo contienen compuestos como el sulforafano, que se ha asociado con beneficios en la salud de la próstata.
- Tomates: Los tomates son ricos en licopeno, un antioxidante que se ha relacionado con la reducción del riesgo de cáncer de próstata. El licopeno se encuentra en mayor cantidad en los tomates cocidos.
- Pescado graso: Los pescados grasos como el salmón, el atún y las sardinas son ricos en ácidos grasos omega-3, que pueden tener efectos protectores contra el cáncer de próstata.
- Frutas y vegetales coloridos: Consumir una variedad de frutas y vegetales coloridos puede proporcionar antioxidantes y otros compuestos beneficiosos para la salud de la próstata.
- Fibra: Una dieta rica en fibra, proveniente de alimentos como granos enteros, legumbres, frutas y verduras, puede ser beneficiosa para la salud de la próstata.
Alimentos a evitar o limitar:
- Grasas saturadas: Las grasas saturadas, que se encuentran en alimentos como carnes rojas, productos lácteos enteros y alimentos fritos, se han asociado con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Se recomienda limitar su consumo.
- Azúcares y alimentos procesados: Los alimentos procesados y con alto contenido de azúcares añadidos pueden contribuir al aumento de peso y a la inflamación, factores que se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer de próstata.
- Alcohol: El consumo excesivo de alcohol se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Se recomienda limitar o evitar su consumo.
Es importante recordar que una dieta saludable para el cáncer de próstata debe ser individualizada y adaptada a las necesidades y preferencias de cada persona. Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud, como un/a médic@ o un/a dietista registrado, para obtener recomendaciones específicas y personalizadas.
Para finalizar esta entrada del blog, relacionaremos el tema tratado con algunas de las directrices que rigen nuestro blog.
La hiperplasia prostática benigna es una afección en la cual la próstata crece de manera anormal y puede causar síntomas urinarios. Aunque la relación directa entre la HPB y la ecología no está clara, la salud pública y la farmacia desempeñan un papel importante en el manejo de esta condición.
Relación con la salud pública:
La salud pública se ocupa de la prevención, promoción y protección de la salud de la población. En el caso de la HBP, la salud pública desempeña un papel clave en la educación y concienciación sobre esta afección. Esto incluye la difusión de información sobre los síntomas de la HBP, las opciones de tratamiento disponibles y la importancia de los exámenes de detección temprana. Además, la salud pública puede implementar programas de prevención y control de enfermedades relacionadas con la próstata, como el cáncer de próstata, que tiene una mayor incidencia en hombres con HBP.
Relación con la farmacia:
La farmacia juega un papel crucial en el manejo de la HBP. L@s farmacéutic@s pueden proporcionar información y asesoramiento sobre los medicamentos utilizados en el tratamiento de la HBP, como los bloqueadores alfa y los inhibidores de la 5-alfa reductasa. Además, l@s farmacéutic@s pueden colaborar con l@s médic@s en la monitorización de l@s pacientes que toman medicamentos para la HBP, asegurándose de que sigan las pautas de dosificación y proporcionando información sobre las posibles interacciones entre medicamentos. También pueden ofrecer consejos sobre cambios en el estilo de vida y hábitos alimentarios que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la HBP.
En resumen, aunque no hay una relación directa entre la HBP y la ecología, la salud pública y la farmacia desempeñan un papel importante en la prevención, manejo y tratamiento de esta afección. La salud pública se enfoca en la educación y concienciación sobre la HBP, mientras que la farmacia brinda información y asesoramiento sobre los medicamentos utilizados en su tratamiento.
Texto: Esther Luhmann y Pedro Pérez
X (Twitter): @lacapsulaazul
Referencias:
Agrandamiento de la próstata: MedlinePlus enciclopedia médica
Problemas de la próstata (nih.gov)
El 40% de los hombres mayores de 50 años padecerá enfermedades prostáticas - Infobae
Hiperplasia prostática benigna - Síntomas y causas - Mayo Clinic
Prueba del antígeno prostático específico (PSA) - NCI (cancer.gov)
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