La parálisis agitante

 La enfermedad de Parkinson (EP), también denominada mal de Parkinson, es una enfermedad neurodegenerativa crónica cuyos síntomas se caracterizan por movimiento lento, aumento del tono muscular, temblor y pérdida de control postural. Esta enfermedad se origina por un déficit en la secreción de dopamina. Hoy, el día 11 de abril se celebra el día del Parkinson.

El Parkinson, además de trastorno de movimiento, desencadena alteraciones en la función cognitiva, depresión, dolor y alteraciones en el sistema nervioso autónomo.

Aunque la enfermedad no es fatal, si disminuye de manera significativa la calidad de vida de quienes la padecen.

La evolución del trastorno de esta enfermedad es lenta y va atravesando diferentes etapas. En general, al inicio, cursa con síntomas tales como temblores en las manos, rigidez y pérdida de expresión facial.

Conforme evoluciona la enfermedad estos síntomas tienden a ser más debilitantes y a impedir realizar tareas cotidianas.

Alrededor del 85 % de los pacientes aquejados de EP sufren el Parkinson idiopático, la forma más común. El resto son formas más raras donde encontramos:

  • Degeneración corticobasal. Afecta al proceso cognitivo y la conducta y provoca el síndrome de “extremidad extraña”, que hace que estas se muevan de forma independiente.

  • Enfermedad de cuerpo de Lewy. Es una demencia que además tiene síntomas como rigidez muscular, movimientos lentos y temblores.

  • Parkinson inducido por medicamentos. Se han descrito casos derivados del uso de la metoclopramida.

  • Parálisis supranuclear progresiva. Sumamos a las manifestaciones típicas del Parkinson, caídas mucho más frecuentes.



Sobre las causas de la enfermedad de Parkinson 

La causa exacta de esta enfermedad no está del todo establecida. Se han identificado componentes genéticos y ambientales. Se han encontrado proteínas anormales llamadas Cuerpos de Lewy en el cerebro de los pacientes afectados.


¿Cuáles son los factores de riesgo de Parkinson?

  • Edad. Poco frecuente en adultos jóvenes. Comienza en la segunda mitad de la vida y el riesgo va aumentando conforme nos vamos haciendo mayores.

  • Herencia. Tener un familiar cercano con la EP aumenta las probabilidades de padecer este trastorno.

  • Sexo. Los hombres tienen mas probabilidades de sufrir la enfermedad de Parkinson.

  • Exposición a toxinas. La exposición continua a herbicidas y pesticidas pueden aumentar ligeramente el riesgo de padecer la EP.


¿Qué complicaciones aparecen con el Parkinson?

La EP suele venir acompañada de algunos problemas adicionales, aunque éstos pueden tratarse. Destacan la dificultad para pensar en etapas ya más avanzadas de la enfermedad, depresión y cambios emocionales tales como el miedo, la ansiedad y la pérdida de motivación y problemas para dormir.

A los ya mencionados podemos añadir problemas de deglución, a medida que avanza la enfermedad, problemas con la vejiga con la consiguiente incontinencia y estreñimiento, ya que el sistema digestivo funciona más lento.


¿Cómo diagnosticar el Parkinson?

Es fundamentalmente clínico, basándose en la historia clínica del paciente. El neurólogo puede sugerir exámenes para determinar si hay patologías subyacentes. Las pruebas más comunes que se realizan son diagnósticos por imágenes como resonancias magnéticas, tomografías por emisión de positrones, tomografias computerizadas y ecografías del cerebro. También se realizan análisis de sangre para descartar otras afecciones que podrían ser la causa de los síntomas. 







¿Cómo tratar el Parkinson?

La enfermedad de Parkinson no tiene cura pero los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas. Estos medicamentos aumentan o reemplazan la dopamina, ya que las personas que lo sufren tienen muy bajas concentraciones de ésta en el cerebro.

Destacan entre otros la levodopa (el más eficaz), pramipexol, ropirinol, rotigolina, selegilina, rasegilina y la entocapona.

Existe la posibilidad de un procedimiento quirúrgico. Están destinados a aquellos pacientes que no responden bien a los medicamentos y terapias. Destacan la estimulación cerebral profunda, que implica la implantación de electrodos en zonas específicas del cerebro, los cuales son estimulados por un generador también implantado en el pecho del paciente.



¿Cómo mejorar la vida de los pacientes con Parkinson?

  • Mantener una alimentación sana y equilibrada rica en ácidos grasos omega 3, antioxidantes y fibra

  • Beber abundante agua

  • Limitar el consumo de grasas saturadas y sal

  • Hacer ejercicio físico de manera regular

  • Mantener un peso saludable y equilibrado

  • Visitar al fisioterapeuta

No solo sufren los pacientes, sino también los familiares y/o cuidadores. Desde la farmacia dispensamos medicamentos para frenar los síntomas, pero también damos consejos para mejorar la calidad de la vida y prestamos atención a vuestras necesidades.



¿Qué tiene que ver el Parkinson con el medio ambiente?

Ecológicamente hablando se ha sugerid que determinados factores ambientales puede hacer aumentar el riesgo de desarrollar Parkinson, como puede ser la exposición a pesticidas y otros productos químicos. Esto es debido a que estas sustancias pueden causar estrés oxidativo en las células nerviosas, que a su vez puede contribuir al proceso degenerativo asociado a la EP.

Los tratamientos farmacológicos dispensados desde la oficina de farmacia para la enfermedad de Parkinson son fundamentales para mejorar los síntomas de la enfermedad. Los medicamentos más utilizados son los agonistas de la dopamina, los cuales hacen que aumente el nivel de dopamina en el cerebro. También se usan otros que ayudan a mejorar los síntomas motores y no motores de la enfermedad, como los anticolinérgicos y los inhibidores de la monoamioxidasa.

La salud pública juega un papel muy importante en el manejo de esta enfermedad. Dado que se trata de una enfermedad crónica y progresiva, es esencial contar con servicios de atención sanitaria que pueden proporcionar un tratamiento integral y de calidad a las personas afectadas. También es importante promover políticas y programas que ayuden a prevenir la exposición a factores ambientales que pudieran aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad, a fomentar el diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos eficaces para mejorar la calidad de vida de estos pacientes y sus familiares o cuidadores.


Texto: Esther LuhmannPedro Pérez

Twitter: @lacapsulaazul



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